Nuestras Mejores Recomendaciones para visitar Angra dos Reis

Nuestras Mejores Recomendaciones para visitar Angra dos Reis

Cómo vi que muchas personas consultan en este grupo sobre cómo es Angra, y luego de vivir casi 3 años en total  a bordo de nuestro barco en la región de Angra dos Reis,  hoy les comparto qué hacer, cómo llegar, a qué playas ir, cosas que a los amantes de las playas  nos pueden interesar ya que es un lugar hermoso de Brasil, con playas increíbles y de muy fácil acceso.

Ante todo,  contarles que cuando se habla de Angra dos Reis desde un punto de vista turístico, se refiere a la región y no exclusivamente a la ciudad de Angra.

Qué hay que visitar en Angra? La Isla Grande, la Isla Gipoia, las Islas Bothinas y las Cataguases.

Cómo llegar a Angra? La ciudad queda a 151 km de Río y se puede llegar en bus o en taxi o en Uber. Dependiendo de la  cantidad de personas que sean, puede convenir pagar el taxi o el Uber, y además será mucho más cómodo, ya que será un servicio puerta a puerta.  El viaje dura aproximadamente 2 horas y media. La ciudad de Angra se ha convertido en una ciudad muy peligrosa, y no tiene ningún atractivo más que ser el punto de embarque hacia la Isla Grande.

Islas Botinhas

Qué hacer en Isla Grande? Cuando nuestra hija no iba al colegio, poníamos proa hacia las playas más bonitas y  lo más interesante es que todas te ofrecen algo diferente.

El lugar más poblado de la Isla es Abraao y es donde hacíamos  las compras. A Abraao se llega con una lancha rápida que se llama Flex boat desde la ciudad de  Angra  o desde Conceição dé Jacareí. El ticket de ida sale 50 reales por persona. Desde Angra tarda unos 40 minutos aprox.

Nosotros lo usabamos muy poco ya que generalmente íbamos con nuestro barco, y aprovechábamos para hacer trámites, eso era lo único que nos hacía movilizar a la ciudad porque la vida en la isla es maravillosa, siempre en ojotas , short y traje de baño. En Abraao hay 4 o 5 supermercaditos y las lojas Amazonia donde podés comprar pareos (cangas) y souvenirs y más lojas pequeñas, dos heladerías donde comer un rico açaí. Y dos lugares increíbles para ir a cenar: Dom  Mario, queda al final del Bouganville, ahí solíamos comer salmón con salsa de maracuja con una ricas verduras grilhadas y arroz, con uña plato comen 2 bien hambrientos. El otro lugar se llama Las Sorrentinas, las dueñas son argentinas, muy emprendedoras, que hacen unos sorrentinos muy ricos. Ya se que alguna pensará y para que voy a Brasil a comer pasta?  El lugar siempre está repleto, y de argentinos que están de paso, no solo nosotros que vivíamos allá y extrañábamos la pasta rica del domingo. También hay un boliche que abre todo el año que se llama Acuario.

en lo de Dom Mario

Algunos temas logísticos a tener en cuenta: En Abraao también se consigue yerba así que si estás con el equipaje a full y tomas mate, no hace falta que lleves yerba. Un tema muy importante es que en la Isla no hay cajeros automáticos ni bancos, si bien casi todos los comercios aceptan tarjeta, siempre es bueno llevar algo de efectivo. Casi todos los bares tienen wi fi, pero tal vez te convenga comprar un chip prepago en la banca de jornale , el puesto de diarios que se encuentra en la calle de la Iglesia. Luego recargas allí o en las farmacias. Sale muy barato. La isla es una reserva, no hay autos, todo se realiza a pie o en bici.

En Abraao hay dos playas que nos encantan, la Playa de Julia y la Crena. Esta última siempre tiene dos brasileños que cantan en vivo un repertorio de clásicos de la música brasileña, tipo  Caetano Veloso o Maria Gadu, un estilo de música  que tanto nos gusta escuchar a nosotros a la tardecita mientras  nos tomamos la caipirinha en el cockpit del barco. A esas dos playas vas caminando desde el centro de Abraao. Ojo con la marea, porque para volver de la Crena caminando,  si ya subió la marea lo haces con el agua a la cintura. Sino queres caminar, la mayoría de la gente se toma una lancha taxi (15 reales por persona).

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Pero la estrella es la playa de Lopes Mendes. Desde Abraao se llega por agua a la playa de Pouso, y desde allí hay que caminar por un sendero (trilha en portugués ) hasta la playa más hermosa para mí. La duración de la caminata es aprox 30 minutos. Algunos la hacen descalzos, yo personalmente voy en ojotas, he visto a otras personas con borceguíes y zapatillas. Nosotros generalmente íbamos con el barco desde Abraao a la mañana temprano, y ya alrededor de las 10 estábamos pisando la arena blanca y fina de Lopes Mendes, tanto que cuando la pisas hace ruidito. A esa hora teníamos toda la playa para nosotros. Allí podes protegerte del sol a la sombra de los árboles o estar bajo el sol. El mar allí  a veces tiene olas grandes donde algunos surfean. El lugar más lindo  es al final, donde llegas  caminando , pasando la boya gigante que está en la arena, y donde sale un hilo de agua dulce, hay una casita y allí legas: para mí es lo más cercano al Edén. No hay restaurantes ni bares, pero hay kioscos que te venden snacks, sándwiches y bebidas.

Al regreso, nos quedábamos tomando mate en la playa al atardecer mientras mirábamos partir a toda la gente en las escunas y toda la playa quedaba para nosotros y tal vez dos veleros más.  Luego una caipiriña en el barco y ya Jorge comenzaba a prender el fuego de la parrilla de a bordo, donde comíamos una rica maminha (una colita  de cuadril ) o fraldinha (vacío). No somos adeptos a la famosa picanha, no nos gusta para nada y además es más cara. Pasar la noche en Pouso es lo más, un lugar súper tranquilo. A Lopes Mendes algunos llegan caminando desde Abraao, se tarda casi 3 horas para ir y 3 para volver hasta Pouso, luego los 30 minutos de ida más los de vuelta desde Pouso a Lopes Mendes, para mí no es negocio si es que queres disfrutar el día en la playa más linda. Y allí está prohibido acampar, por si alguien piensa en pasar la noche allí.

Otro lugar imperdible en la Isla Grande es Lagoa Azul. También solíamos llegar con el barco a la mañana temprano tipo 9hs antes de que lleguen  las escunas llenas de gente con la música al taco y las cientos de lanchas que van por día a  la Lagoa Azul. Nosotros íbamos  temprano a hacer snorkel y teníamos  todo ese acuario natural en forma exclusiva, ya que cuando llegan las multitudes los peces se esconden, y la verdad es que preferimos tener ese paraíso solo para nosotros. Realmente es una piscina y como no es muy profunda, pueden hacer snorkel grandes y niños. Luego cuando empezaban a llegar las multitudes, nos cruzábamos enfrente a la Isla de los Macacos, donde  quedábamos al ancla. Con mi hija adorábamos ir el con bote a remo a ver a las tortugas y luego a la playa, al barcito que te vende cerveza bien gelada y gaseosas. También solíamos quedarnos a dormir allí, para despertar y darnos un chapuzón en esas aguas cristalinas al alba.

Otro lugar de la Isla Grande que fue para nosotros nuestro lugar en el mundo es Saco do Ceu, muy cerca de Abraao. Saco do Ceu es una bahía muy cerrada, sumamente protegida en la cual vivimos por varios  meses ya que nuestra hija iba a la escuela allí. La comunidad de Saco do Ceu es muy pequeña pero muy abierta, nos han integrado muy bien. Y los extrañamos mucho. Esa bahía se llama así ya que por la noche ves reflejadas las estrellas en el agua como si fuera un espejo, por eso se llama Bahía del Cielo. Es una experiencia única e inolvidable. Ese es su principal atractivo, dormir al fondeo o en alguna boya y apreciar las estrellas, pero antes pasar por el  restaurante de la familia Costa que se llama Gruta das Estrelas, allí comíamos los más ricos pasteis de camarão con requeijão Catupiry ( algo parecido a una empanada frita de camarones con queso untable), algo que extrañamos tanto. También hacen caipiriñas muy buenas y podes pagar con tarjeta de crédito . En Saco do Ceu no hay mucha playas, pero sí hay muy lindas trilhas para caminar y también un playa muy pequeña en su entrada que se llama Praia do Amor y es una parada típica para los paseos en lancha que salen de Abraao.

Otro lugar que íbamos en la Isla Grande era Freguesia de Santana y Freguesia do Medio, allí hacíamos caminatas por las trilhas, siempre escapando de las lanchas y de las escunas con mucha gente, agua linda pero no tiene la mejor playa.

Y siguiendo la navegación por el lado Norte de la Isla Grande, otro lugar para pasar el fin de semana es la bahía de Sitio Forte. Allí bajábamos a la playa que se llama Tapera. Nuestra hija adora esa playa porque está el bar de Telma que tiene patos, gallinas, pavos reales, faisanes, gallinas de Angola y una garza que parece de la familia. Allí hacíamos playa, caminatas y nos tomábamos la más rica batida de Maracuja hecha por Telma y comíamos Iscas de peixe, con la pesca del día de Naude, el marido de Telma. Naude y Telma son dos caiçaras divinos que hacen que disfrutes mucho de la gastronomía brasileña. Ellos tiene boyas donde amarrábamos el barco y allí nos quedábamos  varios días. También hay una cachoeira (vertiente de agua natural) a la cual llegar por una trilha. La playa no es tan bonita, pero es tan tranquila que pasmaba,os muchos días allí pescando, haciendo snorkel, nadando, tomando sol, caminando y comiendo cosas ricas.  Allí no llegan las lanchas ni las escunas, por lo tanto todo el día hay tranquilidad.

Para nosotros recorrer esta zona en barco es lo más, ya que a todos estos lugares se llega desde el agua y amanecer ya en la playa es un privilegio.

La Isla Gipoia tiene una playa increíble y súper famosa en la zona que se llama Praia do Dentista. Solíamos tirar el ancla cerca de la playa y nos tirábamos al agua para ir nadando hasta la orilla, el agua es súper transparente y la arena también muy blanca. Después de Lopes Mendes, para nosotros es la más linda. No tiene bares así que volvíamos nadando al barco para almorzar y luego de nuevo a la playa. Al finalizar el día, nos íbamos navegando alrededor de la Gipoia hasta llegar a playa Fazenda. Un lugar increíble ya que el agua es tan transparente que ves el ancla a 9 metros de profundidad. El fondo es de arena bien blanca. Acá siempre se ven dos tortugas, muchas estrellas de mar de las naranjas enormes, una raya, y  solíamos ir con mi nena con el snorkel  a las piedras a ver peces y a buscar a las tortugas que para el mediodía  ya están entre las rocas, son súper amigables porque si te ven no se van, se quedan nadando en círculos. Hay un bar , pero no tiene muy rica comida, pero tiene bebidas frescas y helados. La playa no es muy linda, y a la tardecita los borrchudos asechan, por lo tanto hay que tener Off. A esta playa llegan las lanchas que dejan a la gente que contrata el paseo diario para ir a Dentista.

Luego, más cerca de la ciudad de Angra, ya se encuentran las Islas Botinhas  y las Cataguases. Las primeras son para ir un rato con el snorkel a ver todo el acuario qué hay alrededor de las Islas, a veces aparece alguna tortuga. Pero ahí generalmente hay un poco de viento y olas, así que con hacer una pasadita rápida es suficiente. Y luego las Islas Cataguases también, muy cerca de la ciudad de Angra son muy pequeñas, agua muy cristalina, también para hacer una parada y seguir ya que está en el paso de muchas lanchas y yates y cuando sube la marea casi no hay playa.

Antes de terminar con este post, no puedo olvidarme de la pregunta sobre la fiebre amarilla en la Isla Grande y en Brasil . Nosotros nos hemos vacunado ya que el verano anterior hubo mucha gente que se contagio y la enfermedad es mortal. No es hasta el momento obligatoria para ingresar a Brasil. Pero mi unica recomendación es consultar el médico de confianza o en Stamboulian.

Esto es una partecita muy pequeña de este hermoso paraíso que es Angra dos Reis, me faltó la  bella ciudad colonial de Paraty, que también se suele visitar en la región, aunque queda bastante más lejos de Angra. Pero Paraty merece un capítulo aparte.

Ahora nos encontramos de nuevo disfrutando del Mediterráneo en el barco. Por lo tanto todos los lugares comerciales en Angra  que recomendamos son basados en nuestras propias vivencias. Mas adelante también compartiremos más tips y recomendaciones de diferentes ciudades de Europa por las que estamos recorriendo desde el agua, claro.